La Generalitat de Catalunya ultima una nueva rebaja salarial en la sanidad pública que afectará a los profesionales de ocho hospitales y del 80% de los ambulatorios, todos ellos controlados por el Institut Català de la Salut (ICS). El objetivo es conseguir un ahorro 45 millones de euros y cuadrar así in extremis el presupuesto del organismo público. Las consecuencias superarán los resultados económicos y podrían dar lugar a huelgas.
Metges de Catalunya, el sindicato mayoritario, avisó ayer que los hospitales están "en pie de guerra" y que no soportarán otra rebaja salarial, después de la aplicada a mediados de 2010, que comportó una reducción salarial del 5%, como sufrieron el resto de funcionarios. Ahora se calcula que la afectación media podría ser de 1.250 euros por persona de aquí a final de año. El gerente del ICS, Joaquim Casanovas, fue el encargado ayer de anunciar el nuevo e inesperado recorte. Aseguró que es fruto de la "necesidad" y una medida "a contrarreloj", si bien también se negó a considerar la medida como "inamovible. En Metges de Catalunya, no obstante, dominaba "el escepticismo, la preocupación y el desánimo" por la evolución de los acontecimientos en la sanidad catalana. "Con el ICS no cabe la posibilidad de negociar nada. La reducción salarial de los médicos y el quiebre técnico de los hospitales es un hecho", explicó el secretario general del sindicato, Antoni Gallego.
El Institut Català de la Salut debe ahorrar 77 millones en tres meses
Los tres meses de reducción de sueldo, guardias y complementos salariales representan la esperanza del ICS para que el balance de 2011 se cierre con un gasto de 2.770 millones de euros, casi 320 millones menos que en 2010. El ajuste previsto inicialmente está siendo difícil de digerir y según los cálculos del ICS, a tres meses de cerrar el ejercicio, faltan todavía 77 millones de ahorro. Unos 45 millones los tendrá que asumir el personal y el resto, proveedores.
La reducción salarial se mantendrá durante los tres meses que quedan de 2011. "Es de suponer que en 2012 llegue una recuperación económica y todo vuelva a la normalidad", explicó Casanova, quien dejó la puerta abierta a que "en un futuro, los trabajadores cobren lo que van a perder". El conseller de Economia, Andreu Mas-Colell, señaló el martes que el próximo año se mantendrían los recortes. En todo caso, Casanovas aseguró que "las medidas adoptadas en 2011 de reducción de actividad no se deberán repetir en los próximos años".
Bajo el anuncio de la reducción salarial, que afectará a médicos y residentes, se esconde una realidad mucho más preocupante para empleados y usuarios. "Se está forzando la máquina, no se convoca a los pacientes a las consultas externas. Es una perversión del sistema", explicó Gallego alertando de las consecuencias, como el incremento de las listas de espera.
Los funcionarios ya asumieron un recorte del 5% en junio de 2010
Pero la reivindicación sanitaria desde hace tiempo nada tiene que ver con el argumento económico. Como reconoce Gallego, la sanidad pública catalana, "una de las mejores a nivel mundial", está "en una situación dramática, bajo mínimos y rayando la quiebra técnica". Desde mayo la sanidad pública catalana intenta mantener la calidad en el servicio minimizando los efectos de los cierres de quirófanos, la eliminación de camas hospitalarias, la reducción del horario laboral y la disminución de las horas de consultas externas.
Según Metges de Catalunya, sindicato que está convocando semanalmente asambleas en sus ocho hospitales catalanes con el objetivo de "pulsar el ánimo de los médicos", todo el problema "gira en torno al dinero". Gallego reconoce que hay dos argumentos que le desconciertan e irritan; cree que no existe ninguna necesidad de recortar "ni un euro" en un modelo eficiente y defiende que se encuentran "ante un expediente de regulación de empleo encubierto".
Posible huelga
El sindicato mayoritario en sanidad está «en pie de guerra»
"Con este panorama, no descarto una huelga en breve". Gallego alerta de que el colectivo sanitario se siente ninguneado y menospreciado y denuncia que las condiciones laborales son las peores en muchísimos años. De hecho, su sindicato ya ha emprendido la convocatoria de paros semanales en el hopspital del Vall d'Hebreon, uno de los centros de referencia de Catalunya. La medida anunciada ayer puede extender el enfado al resto de hospitales, si bien el resto de centrales, como CCOO, dudan de que esta fórmula sea la mejor para los usuarios en un momento en el que ya se están incrementando las listas de espera.
El gerente del ICS admitía ayer que "la idea de la huelga es comprensible, pero el tiempo apremia y cada día el 31 de diciembre está más cerca".
El vicepresidente del Colegio de Médicos de Barcelona , Jaume Padrós , advirtió ayer que el actual modelo sanitario "no se puede exprimir más", por lo que exigió que se les "indique cuál es la hoja de ruta a seguir" en un futuro. En el colegio profesional aceptan que la crisis económica está siendo muy intensa y que ha de tener repercusiones en el ámbito público, pero pidió a "responsables políticos, institucionales y sindicales que se realicen todos los esfuerzos para alcanzar acuerdos".
Pocas horas después del anuncio de Casanovas, el portavoz del Gobierno catalán, Frances Homs, puntualizó que tan solo se verán afectados los complementos salariales, y no el grueso del sueldo de los médicos. Además, pidió un "esfuerzo" a los trabajadores del ICS, a quien aprovechó para recordar que, a diferencia de lo que ocurre en muchas empresas privadas, "tienen su sueldo asegurado a final de mes".
PUBLICO.ES
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