Sucesos Los carteristas del Metro de Madrid van a Barcelona en verano
Se desplazan a zonas costeras e incluso a los ferrys que unen Barcelona y Baleares | En Madrid se concentran en las líneas 6, 8 y 10
La Vanguardia
Asier Martiarena
Garantizar la seguridad de los dos millones de viajeros que a diario viajan por las 298 estaciones del Metro de Madrid y en los 284 kilómetros de vías que recorren sus trenes no es tarea fácil. Pero el tiempo ha dado la razón a la puesta en marcha de la comisaría de Sol, así como a la ampliación de la Brigada móvil de la Policía Nacional hasta los 70 agentes. A su Inspector Jefe, José Carlos de Frutos no le gusta hablar de cifras, pero reconoce que el número de delitos en el suburbano madrileño "viene reduciéndose progresivamente desde hace cuatro años".
Atrás quedan las escandalosas cifras de más de 22.000 delitos anuales que se cometían en 2006: "En lo que va de año ya se ha rebajado el mismo número de incidentes que en todo 2010". Un informe que ha visto la luz hace pocos días fija la cifra de hurtos en unos 700 al mes. Multiplicado por 12 darían 8.400. Menos de la mitad de los registrados hace tan solo cinco años. En Barcelona los Mossos d'Esquadra reconocieron hace poco que en 2010 se alcanzaron 22.000 denuncias sólo en la oficina policial de plaza Catalunya, lo que significaría unas 50 diarias, aunque estimaron que habría muchos menos carteristas fijos, alrededor de 150.
"Allá donde hay turistas, hay carteristas", señala el Inspector Jefe. "Son el objetivo principal de los delincuentes, ya que es más fácil pillarles desprevenidos mientras cargan con sus bultos, consultan un mapa o preguntan por una dirección", razona. "Porque no hay que olvidar", insiste Frutos, "que la gran mayoría de los delitos que se cometen en el metro cuentan con una gran dosis de participación involuntaria de las víctimas despistadas y que son muy pocos los que se perpetran con violencia".
Algunos carteristas viajan en verano a Barcelona
Contrariamente a lo que pudiera parecer, el verano es una época en la que bajan los delitos en el suburbano madrileño. Al haber menos viajeros la Policía redistribuye sus efectivos y pone el foco en las estaciones de tren y autobús donde se multiplica el número de viajeros.
Pero los ciudadanos no son los únicos que abandonan Madrid durante la época estival. Los delincuentes también lo hacen desplazándose hasta las zonas costeras. De hecho Frutos reconoce que algunos delincuentes habituales de Madrid han sido localizados en 'ferrys' que comunican Barcelona con las Islas Baleares.
Los últimos datos conocidos hablan de que son 500 los carteristas que trabajan a su manera en el subsuelo de Madrid. Unos bastante conocidos son un grupo localizado de ciudadanos rumanos procedentes de Italia que entran en el vagón fingiendo no conocerse de nada y que aprovechan la aglomeración que se produce en el abrir y cerrar de puertas para sustraer carteras y otros objetos. Luego están los chinaores, un tipo de robo basado en rajar bolsillos y bolsos sin que la víctima lo perciba y que practican mayoritariamente, según la policía, delincuentes de origen africano.
"Nosotros actuamos recorriendo los vagones de paisano", detalla José Luis Guerrero, Jefe del Grupo Operativo del Metro, "y cuando se necesita una mayor prevención también patrullamos de uniforme provocando un efecto disuasorio. Aunque el trabajo de vigilar toda la red no se podría realizar sin la colaboración de la seguridad privada de Metro".
En cada estación hay personal privado, que en total son cerca de 500. Y, como en Barcelona, no todos patrullan en pareja. Estos vigilantes colaboran estrechamente con los 70 agentes de la Policía Nacional destinados en el suburbano, que cuentan, a su vez, con un destacamento específico en el puesto de mando general de Metro de Madrid en la estación del Alto del Arenal. El 'Gran Hermano' del Metro controla todo lo que sucede gracias a sus más de 8.000 cámaras de vigilancia.
"La comunicación es vital", insiste Guerrero. "Incluso si se da una incidencia en alguna estación que, por diversos factores, pueda quedar en ese momento lejos de una patrulla, se avisa a patrullas que trabajan en la calle para acercarse hasta allí".
La colaboración ciudadana funciona
El caso de la 'mujer patrulla' Eliana Guerrero en Barcelona ha sido tan sonado que sus ecos han llegado hasta Madrid. "Aquí no tenemos casos tan concretos de actuación ciudadana", reconoce Guerrero, "por lo menos no que hayan salido a la luz", reconoce sonriendo, "pero sí que logramos resolver casos gracias a la colaboración de numerosos ciudadanos, que aportan información a través de la página web de la Policía". Disponen de un muro en el que llega información de los puntos negros que, habitualmente, se centran en la Línea 8 del aeropuerto, la 10, la 6 a su paso por Méndez Álvaro y en el triángulo formado por Goya, Embajadores y Plaza de España. En definitiva, "las estaciones con conexión a Renfe o a otras líneas de Metro".
Hace pocas fechas un usuario se puso en contacto con ellos y su declaración, junto con la denuncia, y el repaso de las grabaciones de vídeo, ha permitido localizar un hurto y reconocer una zona nueva de influencia de los carteristas. Y todo este tipo de actuaciones, una detrás de otra, han permitido que la seguridad del suburbano madrileño haya ganado enteros en los últimos años rebajando en más de la mitad el número de delitos que se cometen cada año bajo el suelo de la ciudad.
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