LA TRONERA|ANTONIO GALA
* 27.10.2009
ENTRE el Chato, el Bigotes, el Curita, el Correa (en alemán, Gürtel), el musical Millet, el sucio revolú de Caja Madrid, los sexi-eurales mallorquines, etc., el país está hecho una mierda. He estado unos días en Damasco por razones profesionales (es decir, literarias, no monetarias ni políticas) y me ha decepcionado España al volver: no se pueden pregonar más claro los delitos. Los dolores que atacan a los españoles de forma crónica no son los representados por mi amigo Ullate en la portada del MAGAZINE del domingo: son otros más vergonzosos y mucho más responsables (o irresponsables). Todo el país está en una crisis de desvergüenza más grave que la económica. Porque nació antes que ella, y, por el camino que llevamos, va a durar mucho más si alguien no lo remedia. Estamos conviviendo con gentuza. Nos gobierna, a casi todos los niveles, gentuza. Hoy no me siento orgulloso de ser de Al-Andalus. Y me alegra que me quede poco tiempo de vida. Preferiría cerrar los ojos, como casi todos los demás, e ignorar la indignidad que nos degrada, si es que las sanciones públicas y ejemplarizantes no se producen ya. ¡Ya!
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