domingo, 15 de junio de 2014

El difunto líder de la CGT legó a su viuda un patrimonio inmobiliario de cinco millones

Ferroviario de profesión y durante siete años secretario general de la CGT Líder sindical, anarquista... y millonario


MANUEL Mª BECERROSevilla

el mundo.es

Si hace ya casi un siglo Fernando Pessoa demostró con un cuento que un banquero puede llegar a ser el más anarquista de los anarquistas, la realidad se encarga de corroborar que el líder de un sindicato a la izquierda de la izquierda puede ser millonario, quizá porque la ideología nunca tributa.

Es el caso del difunto Eladio Villanueva, ferroviario de profesión, quien durante siete años fuera secretario general de la Confederación General del Trabajo (CGT), el sindicato anarquista de clase desgajado de la CNT al inicio de la Transición. A su muerte, Villanueva dejó en herencia un patrimonio inmobiliario valorado en casi cinco millones de euros e integrado por 16 bienes inmuebles, de los que cinco son viviendas en pleno centro de Madrid.

Conforme a la información del Registro de la Propiedad, el antiguo líder sindical anarquista legó con 49 años unas cargas hipotecarias de consideración: 3,2 millones de euros, tras abonar en vida al banco hasta 1,6 millones. Aparte de las casas de la capital (ubicadas casualmente a lo largo del pasillo verde ferroviario madrileño), contaba con un chalé en Pozuelo de Alarcón y con inmuebles en Málaga y Cádiz.

Todas las propiedades acabaron en manos de su compañera sentimental, Lide Isabel Verdugo, cuyo perfil profesional también puede sorprender, ya que actualmente es la consejera delegada en España de la multinacional suiza Unilabs, una de las firmas más beneficiadas por el proceso de privatización de la Sanidad madrileña (muy criticado por la CGT), que finalmente la Comunidad de Madrid ha retirado.

Desde la CGT señalan a la viuda a la hora de explicar el vasto patrimonio de su antiguo líder: «Todo es perfectamente justificable porque Eladio estaba casado en gananciales con una profesional cuyas remuneraciones deben ser importantes. El patrimonio responde a esa situación, porque está claro que con el sueldo de un ferroviario no se puede tener ese inmobiliario», sostienen en el sindicato anarquista.

En respuesta a EL MUNDO, la antigua pareja del líder de la CGT se limitó a apuntar que «todo el patrimonio del que dispongo me pertenece a título estrictamente privativo y es fruto de mi trabajo como directiva, en diferentes compañías multinacionales, durante más de 15 años». Y añadió Verdugo sucintamente: «Sobre otros asuntos personales o de intencionalidad política, que pertenecen a mi área de privacidad e intimidad, no deseo hacer ningún comentario».

Lo extraño del caso es que, en los años en que compraron los primeros inmuebles (1999-2003), ella apenas había empezado a desarrollar su vida laboral como empleada del departamento de marketing, según refleja su perfil profesional en Linkedin. Su primer cargo directivo relevante fue como vicepresidenta en Takeda, entre abril de 2007 y junio de 2012, un período en el que no adquirió ninguna vivienda.

Antes, y aún estando casada con un simple sindicalista, su sueldo les habría bastado para tener acceso a hipotecas multimillonarias y para desembolsar anualmente importantes cantidades en el banco.

La viuda también elude entrar en el debate sobre lo contradictorio de la riqueza de Villanueva y su ideal anarquista. La CGT es expeditiva: «Como comprenderá, hay asuntos que pertenecen a la esfera privada de cada uno: no se puede imponer a nadie con quién se casa. Pero Eladio era absolutamente coherente y más, y sigue siendo un referente en el mundo sindical de este país», defienden desde el sindicato. «Otra cosa es que fuera él quien estuviera en esa empresa, pero hablamos de algo estrictamente privado donde no hay vasos comunicantes.

Además, en vida de Eladio ella trabajaba en laboratorios, no en el sector farmacéutico, y es evidente que no se es responsable de privatización alguna por estar trabajando en una firma privada», subraya el sindicato anarquista.

Y que las casas de Madrid estén justo a lo largo del pasillo verde ferroviario, ¿es pura casualidad? «Desconocemos el patrimonio inmobiliario fruto de su matrimonio y mucho menos dónde está ubicado», se excusan también en la CGT, que ante todo cuestiona el interés informativo que pueda tener la riqueza de «alguien muerto hace cinco años».

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