martes, 20 de julio de 2010

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(Periodista Digital).- Sea con entrada exclusiva para mujeres o no, lo cierto es que en la nueva casa de la vicepresidenta primera del Gobierno cabrá mucha, pero que mucha gente. Porque María Teresa Fernández de la Vega está construyendo en la localidad segoviana de La Granja de San Ildefonso un lujoso y refinado chalet de 505 metros cuadrados de superficie. ¿Por cuánto? Por 475.000 euros de hipoteca.

El chalet, a unos 200 metros del casco antiguo de la localidad, está dividido en tres plantas. El sótano alojará el garaje y dos estancias. La planta baja estará presidida por un gran salón y en ella se ubicará la cocina y un cuarto de baño. En la planta superior -abuhardillada- se encuentra el resto de las habitaciones, según información de Higinio Mosteiro en la revista Época de esta semana.

Para su disfrute, la vicepresidenta contará además con una parcela individual de 940 metros cuadrados y compartirá con sus tres vecinos de urbanización unas zonas comunes de más de 7.300 metros.

Sin duda, la nueva casa de la vicepresidenta está muchos peldaños por encima de la del ciudadano medio español. La casa está ubicada en la parcela número 1 de la antigua Huerta del Venado, una finca dividida por sus anteriores propietarios y adquirida por Fernández de la Vega antes de que José Luis Rodríguez Zapatero le encomendase la vicepresidencia de su primer Gabinete. El chalet de Fernández de la Vega lo está construyendo una empresa local, diferente a la que está levantando las viviendas de sus tres convecinos.

Todavía no se conocen los motivos por los que la vicepresidenta ha elegido la hermosa localidad de La Granja de San Ildefonso, a 10 minutos del centro de Segovia y a media hora de Madrid, para construir su chalet.

El único vínculo entre De la Vega y Segovia es que en 2000 encabezó las lístas del PSOE al Congreso por esta provincia. El precio de las viviendas en Segovia se ha disparado y hoy en día un chalet de las características del de la vicepresidenta podría superar los 700.000 euros. Según fuentes consultadas, Fernández de La Vega pagó por el terreno más de 250.000 euros.

A pesar de que la casa no está terminada, la socialista ya ha inscrito su chalet en el Registro de la Propiedad de Segovia número 3, al que corresponde La Granja de San Ildefonso, un requisito necesario para que las entidades financieras otorguen un crédito hipotecario. Para pagar su nueva casa, el 1 de abril de 2005 la vicepresidenta del Gobierno firmó su hipoteca ante notario. ¡Pero con quién ha negociado su hipoteca! Porque a nueve años de su jubilación, soltera y con un sueldo bruto de 79.854 euros anuales, Caja Madrid le ha concedido un crédito de 475.000 euros (74 millones de pesetas). ¿Terminará de pagarla antes de abandonar la política y la carrera judicial?

María Teresa Fernández de la Vega ganará muchos metros cuadrados si se traslada a su nueva vivienda (cabe la posibilidad de que haya sido una inversión). Hasta su llegada al Gobierno, la vicepresidenta vivía en un piso en el centro de Madrid, en el distrito de Chamberí, muy cerca de los juzgados en los que ejerció.

Valenciana de nacimiento, Fernández de la Vega se trasladó a Madrid con 18 años para cursar la carrera de Derecho. Tras conseguir el doctorado en Barcelona y después de un corto paso por la docencia, en 1974 ingresó en el cuerpo de secretarios jurídicos laborales con el número uno de su promoción. Conoció la política a través del Partido Socialista Unificado de Cataluña (PSUC) e ingreso en la carrera judicial por el cuarto turno.

La victoria electoral del PSOE en 1982 dio un cambio a su vida. En diciembre de ese año, fue nombrada jefe del gabinete del ministro de Justicia Fernando Ledesma y en 1985, directora de Servicios de ese ministerio.

Su gran oportunidad no llegaría, sin embargo, hasta 1994, cuando Juan Alberto Belloch la promocionó para secretaria de Estado. En el Gobierno de Zapatero ha tenido polémicas actuaciones. Se disfrazó de local en un viaje oficial a Mozambique y el pasado 10 de mayo, organizó una multitudinaria cena de mujeres para recibir a la presidenta de Chile.

Los caros caprichos de la ‘vice’

A la vicepresidenta le gusta vestir de punta en blanco desde los remotos tiempos en los que acompañó a Fernando Ledesma en el Ministerio de Justicia. Era el primer año de mandato de Felipe González y la valenciana ya alardeaba de su fondo de armario.

Metida de lleno en el fragor de la política, María Teresa tuvo que batallar con asuntos tan escabrosos como el de los papeles falsificados de Laos o la fuga de Luis Roldán. Pero a ella nunca le faltó el carmín, un fular de seda y un look irreprochable.

La vicepresidenta tiene un traje para cada ocasión, y cada uno de ellos perfectamente combinado con sus respectivos complementos. Sus diseñadores preferidos son los gallegos Adolfo Domínguez y Roberto Verino. Éste último ha diseñado trajes a medida y en exclusiva para De la Vega, como el largo tornasolado en seda violeta que lució en la cena de gala que ofreció en el Palacio Real al presidente de China (en la foto de la página siguiente). Además, el modista ha diseñado al menos otras seis prendas de alta costura para la vice: una camisa de gruesa seda natural beige, otra chaqueta con doble cuello...

También acude a la boutique de Adolfo Domínguez en la madrileña calle Serrano para elegir sus inconfundibles chaquetas neoclásicas, sin cuello o con cuello alzado de un solo botón. La soltera vicepresidenta usa chaquetas cuyo precio oscila entre 150 y 400 euros y camisas que van desde los 80 hasta los 250 euros.

En una información recientemente publicada en las páginas del diario El Mundo, un colaborador de María Teresa Fernández de la Vega despachaba el asunto de las críticas a su extenso vestuario alegando que en su piso de Madrid no hay espacio suficiente para alojar los centenares de modelos que se le atribuyen.

Sí en el chalet de La Granja de San Ildefonso del que damos cuenta en este reportaje; allí, la vicepresidenta tendrá metros de armario para dar y tomar.

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