sábado, 3 de julio de 2010

03-JUL-10

La Benemérita se ha incautado de numeroso material electrónico
1Los jóvenes, entre 18 y 21 años, fueron detenidos en Madrid
Cuatro «niños ricos» robaban para obtener nuevas sensaciones3 Laura L. Álvarez La Guardia Civil les imputa 28 robos con fuerza en las localidades de Majadahonda y Villanueva de la Cañada.

Lo tenían absolutamente todo. Tanto, que ya no lo valoraban y por eso querían experimentar «sensaciones nuevas». Son cuatro chavales de entre 18 y 21 años con alto poder adquisitivo que, en sus ratos libres, se dedicaban a robar en viviendas de las localidades madrileñas de Majadahonda y Villanueva de la Cañada. Desde luego que, por necesidad, no era. Han sido detenidos por la Guardia Civil y se les imputan 28 robos con fuerza. Los chicos cuentan con unas óptimas condiciones físicas, que les permitían acceder a las casas trepando, e incluso podían llegar a los segundos pisos de las viviendas para luego acceder a su interior tras forzar una puerta o ventana.

No eran unos profesionales y no realizaban ningún estudio previo de la zona donde iban a actuar, sino que aprovechaban cuando se juntaban y, en un momento determinado, decidían su objetivo, muchas veces al azar. En varias ocasiones llegaron a entrar en las viviendas de sus propios vecinos. Una vez dentro se hacían con todo lo que, a simple vista, les parecía de valor: pantallas de televisión, ordenadores, relojes, teléfonos móviles y diverso material electrónico. Tras hacerse con el «material», lo escondían en el garaje que les había prestado una anciana de 80 años, que hacía las veces de almacén. La mujer, al ser interrogada por la Guardia Civil, declaró que desconocía qué guardaban allí los jóvenes porque no les pedía explicaciones.

Los objetos robados se los quedaban ellos o los regalaban a sus amigos. Rara vez los vendían en el mercado de segunda mano, ya que no les hacía falta el dinero. Es más, los chavales, que han reconocido los robos, admitieron que lo hacían por «experimentar nuevas sensaciones»

En una primera fase, el pasado 2 de junio, fueron arrestados tres de ellos –cuyas identidades responden a las iniciales de A.O.G, G.G.B. y F.G.A– y a lo largo del pasado martes 29 de junio fue detenido A.M.M.

Los tres primeros, tras ser puestos a disposición judicial, fueron ingresados en prisión, y el cuarto fue puesto a disposición judicial; el jueves se decretó su ingreso en un centro de internamiento de menores de la Comunidad de Madrid, ya que cuando cometió el último presunto robo –a finales de mayo– aún tenía 17 años.

La denominada «Operación Pavylon» se ha desarrollado a partir de la investigación que comenzó el pasado mes de abril, cuando los agentes detectaron un incremento en el número de denuncias en las que los robos a viviendas unifamiliares se habían perpetrado cuando los moradores de las viviendas se encontraban durmiendo.

Trepadores, silenciosos y «listos»
El perfil de los cuatro chavales detenidos era muy similar. Los cuatro rondaban la veintena, pertenecían a familias con un poder adquisitivo muy elevado y les gustaba ir al gimnasio. Por eso, tenían agilidad de sobra para trepar hasta cualquier ventana o terraza desde donde, tras forzarlas, se introducían en el interior de la vivienda. Actuaban de noche, muchas veces mientras dormían los inquilinos, por eso se les llama banda de «silenciosos». Los cuatro han admitido los robos pero no que revendieran los objetos, ya que supondría un delito mayor. Sólo, dicen, lo «regalaban».

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