Una turista falleció en Ámsterdam después de beber gran cantidad de agua mientras estaba bajo los efectos de drogas blandas, según han informado varios medios holandeses.
El cadáver de la fallecida, de quien no han trascendido datos personales, fue encontrado este viernes en el hotel donde se alojaba, cercano del Museo Van Gogh de la capital holandesa.
Fuentes policiales han indicado al diario Telegraaf que la turista "ingirió mucho más de dos litros" en un breve periodo de tiempo. Los datos de la autopsia sobre qué sustancias había consumido la turista fallecida aún no han trascendido.
Explicación científica
Beber una alta cantidad de agua en poco tiempo provoca que el nivel de sal en la sangre baje notablemente y que las células se hinchen. Si las células cerebrales también resultan afectadas, esto puede derivar en un coma o incluso provocar la muerte.
Añadiendo a esa circunstancia drogas, el resultado puede ser letal. El consumo de éxtasis, por ejemplo, -sustancia en el limbo entre las duras y las blandas según la legislación que se aplique-, favorece ese tipo de intoxicación al provocar en quienes lo consumen sequedad bucal y deshidratación y por tanto, ganas de beber.
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