El
Testamento Espiritual de Haendel-
Cuando Haendel compuso El Mesías estaba cansado, enfermo y abandonado por
todos. Su carrera iba mal y acababa de renunciar a un viejo sueño: imponer a
los ingleses la ópera a la italiana.
Entonces el
gigante decide consagrar su energía a otro campo: los oratorios. Así nacen tres
obras magistrales unos años antes que El
Mesías, que le aseguran un éxito mitigado:
*Saúl *Israel
en Egipto *L’Allegro, il Pensieroso ed il Moderato
Trabajador
infatigable, empieza después a escribir El Mesías y lo termina en diez
semanas. En el otoño de 1741 es invitado
a Dublín por el Lord Lugarteniente de Irlanda. En aquel entonces, la capital
era un centro literario y musical muy dinámico. El 13 de abril de 1742 la primera audición de El Mesías es un verdadero triunfo. El público de
Dublín, lejos de ser provinciano, se revela más abierto que el público
londinense. “Nos faltan las palabras”, escribió el Dublin Journal del 17 de
abril de 1742, “para expresar el refinado placer ofrecido a un auditorio
numeroso y admirativo. Lo Sublime, lo
Grande y lo Tierno, adaptados a las palabras más majestuosas y emotivas, se
unen para transportar y encantar al corazón tanto como al oído”.
El triunfo
del oratorio en Irlanda hace más amarga todavía la acogida que le reserva la
capital inglesa cuando decide presentar su obra. Una intriga de devotos, a los
que el arzobispo de Londres ha dado su apoyo, se ha confabulado contra el
oratorio, bajo el pretexto de que “el nombre de Mesías es demasiado sagrado
para ser proclamado en un escenario de teatro”. Durante más de seis años
Haendel tendrá que luchar contra sus adversarios y los aficionados a la ópera
italiana. A partir de 1750 dirige él mismo una o dos ejecuciones de El
Mesías por año en la capilla del Foundling Hospital. Todo el Londres
elegante se apretuja allí y la obra maestra gradualmente alcanza el éxito.
Verdadero testamento espiritual, esta magnífica
saga Cristiana es probablemente la obra más importante de Haendel. Más
que cualquier otra, es el origen de una tradición del oratorio inglés, que se
perpetúa después en los grandes festivales de canto coral. El Mesías nació en una Inglaterra en la que la lectura de la Biblia
era cotidiana y formaba parte integrante de la vida de todos. Así, cada
recitativo, cada aria, cada coro es portador de un mensaje familiar. El
contacto con las Escrituras es
directo.
Después de
la primera representación en Dublín, cuando Mrs. Cibber terminó de cantar la
lamentación “He was depised”, el público quedó tan impresionado que un
sacerdote presente en la asamblea clamó: “Mujer, que por ello te sean
perdonados todos tus pecados”.
Los cincuenta
números de esta importante partitura se dividen en tres grandes partes.
La primera nos habla del mandamiento de Dios,
de la paz de lo oveja en el rebaño, del sacrificio consentido, y finalmente
culmina en la imagen de la Natividad.
La segunda
parte, por el contrario, es violenta y vehemente. Nos cuenta el indecible
sufrimiento del Cristo en la Cruz, el mandamiento de Dios rechazado, la
revuelta, y termina con el grito de victoria del célebre “Hallelujah Chorus”,
espléndida arquitectura sonora de una potencia mágica. Al oír este coro por
primera vez, se dice que Jorge II se levantó espontáneamente, y los ingleses
tradicionalmente renuevan este gesto.
La última parte se dirige
directamente a nosotros: es nuestra propia muerte la superada y negada por la
victoria del Cordero.
El mensaje
de Haendel es sencillo y se dirige a los que sufren. Esta sencillez, que a
veces le ha sido reprochada, es sin embargo su fuerza.
Al final de
su existencia Beethoven dirá de Haendel: “Es el más grande compositor que haya
existido nunca, querría arrodillarme ante su tumba”.
Emmanuelle Eyles
-Georg Friedrich Händel-
(Alemania,
1685 - Londres, 1759)
Fue un compositor alemán,
posteriormente nacionalizado inglés, considerado una de las cumbres del Barroco
y uno de los más influyentes compositores de la música occidental y universal.
A primeros de abril de 1759
asistió a una audición de El Mesías
en el Covent Garden y poco después murió a la edad de 74 años. Está enterrado en la iglesia de la Abadía de
Westminster.
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