MAR ORTEGA COBRA MÁS DE 80.000 EUROS
'Embajadora' de Cataluña en Berlín: sin hablar alemán pero sobrina de la 'vice'
La actual delegada del Gobierno de la Generalitat de Cataluña en Alemania, Mar Ortega, accedió al cargo en enero de 2012 en medio de la polémica, a nivel nacional, por el coste de las delegaciones en el extranjero de los distintos Gobiernos autonómicos. Nacida en 1980 en Barcelona, esta especialista en Relaciones Internacionales y Comercio Exterior aterrizó en Berlín para encargarse de reforzar la acción exterior de Cataluña en Alemania sin hablar alemán y con un único punto a su favor: ser la sobrina de la vicepresidenta del Govern de Artur Mas, Joana Ortega.
Según fuentes cercanas a la delegada catalana en Berlín, se matriculó nada más aterrizar en Alemania a un curso intensivo del idioma. Año y medio después de asumir un puesto decisivo para estrechar las relaciones entre el Gobierno catalán con las instituciones alemanas, “no habla, sino que se limita a leer sin soltura y con clara dificultad los textos que le preparan cuando tiene algún acto”, aseguran a El Confidencial fuentes cercanas a la 'embajadora' catalana.
Licenciada en Derecho por la Universidad de Barcelona, Ortega ha realizado cursos de especialización en derechos humanos, acción exterior y protocolo. Antes de representar a Cataluña ante la República Federal Alemana, Ortega trabajó unos meses en la organización de un foro de AETS en Palencia. En 2010, coincidiendo con la presidencia española de la Unión Europea, trabajó durante un año para el Ministerio de Asuntos Exteriores. Además, también fue asistente durante un año de un eurodiputado y durante unos meses dirigió el programa Manos de Luz de la ONG Streets of India.
Cataluña comenzó a tener presencia en Alemania en 2008. Ortega sustituyó en el cargo al periodista Martí Estruch, que podía presumir de hablar un alemán bilingüe. El polémico comunicador fue puesto en la delegación alemana por Josep-Lluís Carod-Rovira. Antes, había sido director de Análisis Prospectiva de la UOC, jefe de Comunicación y Prensa de la Consejería de Universidades, Investigación y Sociedad de la Información, y redactor jefe de Vilaweb.
Un salario que ronda los 80.000 euros anuales
El argumento oficial que se utilizó para cambiar a Estruch y colocar a la sobrina de la vicepresidenta de la Generalitat era una reorientación de las oficinas hacia la promoción económica en detrimento del perfil político que, hasta ese momento, tenían los delegados. Con rango de director general, el sueldo de un delegado supera los 80.000 euros, con dietas y gastos incluidos.
Cataluña, que amenaza al ministerio de Hacienda con no poder cumplir el déficit que ha impuesto a la región para 2013, mantiene una red diplomática que se extiende por los barrios más lujosos de Nueva York, Berlín, Londres, París y Bruselas que supera los 30 millones de euros. Un derroche que se viene practicando desde el anterior Ejecutivo tripartito y que Artur Mas no ha cortado, pese a tener que aplicar durísimos ajustes en ámbitos como la sanidad, la educación y la función pública. Mas únicamente ha cerrado la delegación de Buenos Aires.
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