OS
CONTARÉ LAS COSAS DE LAS QUE ME HE PERCATADO
RECIENTEMENTE:
Que la esquina de mi casa está
dos veces mas lejos que antes ... Y además hay una pequeña subida en la que
antes no me había fijado.
Que los peldaños de las escaleras ahora
son mucho más altos.
Que no sirve de nada pedirle a la gente que hable
más claro, porque todos ahora hablan tan bajo que no se entiende casi
nada.
Que la ropa que quiero comprarme ahora la hacen tan
apretada, sobre todo en la cintura
y en las caderas, que me resulta muy
desagradable.
Que la gente ha cambiado, ahora es mucho más joven que
cuando yo lo era.
Y por otro, lado, la gente de mi edad es
mucho más vieja que yo.
Tanto es así que el otro día me encontré con una
antiguo conocido y ha envejecido tanto ...
que no me reconoció.
También
he dejado de correr detrás del autobús, porque me di cuenta que ahora
va mucho más rápido que antes. Todo esto lo reflexioné esta mañana,
mientras me afeitaba frente al espejo.
A propósito... ¿Os
disteis cuenta que los espejos ya no son tan nítidos y claros como hace 50
años?
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