El análisis del Gobierno es que “fue un diseño perfectamente calculado para llevarse dinero en todas las etapas”.
Para llegar a ese asalto masivo, se realizaron cambios en los mecanismos de control, se utilizaron fondos comunitarios, hubo que meter por medio a una compañía de seguros (distribuir indemnización en pago mes a mes), antes elegir un bróker…
“Llevárselo crudo”
Todo estaba “predeterminado por llevárselo crudo, en todas las etapas del proceso”, se escucha en las fuentes del Gobierno.
Un dato que destacan es que la compañía más utilizada por la trama era una mutua catalana, sólo de ámbito catalán, es decir, que solamente operaba allí. Año 2006: supervisada por Cataluña.
Ahora esa mutua está en quiebra fraudulenta: la vaciaron con empresas en Holanda y Bélgica, y al final quedó a cargo del Fondo de Compensación de Seguros. O lo que es lo mismo, pagando todos los españoles.
En el Ejecutivo creen que, cuando se ponga en claro todo el entramado, va a resultar un escándalo de proporciones insospechadas, de muchos cientos de millones de euros.
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