El referéndum que propone el presidente de la Generalitat por una «vía legal» solo sería posible si se reforma la Constitución, algo que el Ejecutivo de Rajoy rechaza por falta de consensoEl presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, acaba de dar un «no» a la propuesta de Artur Mas para convocar un referéndum secesionista entre el «pueblo catalán». Lo hizo el sábado pasado en una carta que envió desde la Moncloa hasta la Plaza de Sant Jaume: siete párrafos repletos de buenas palabras pero con un mensaje claro: hay que respetar la ley. Mas insiste en que su consulta será «legal», por lo que aún ve posible un acuerdo con el Gobierno de Rajoy, porque, a su juicio, su plan está dentro del marco jurídico.
¿Pero es posible el referéndum de Mas dentro del marco jurídico actual? Desde el Gobierno de Rajoy se sostiene que no, y así lo advirtió la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, en la última rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. Desde el Ejecutivo autonómico catalán se han encontrado, sin embargo, nada menos que cinco vías «legales» para poder convocar y celebrar el referéndum sin saltarse la ley.
Las cinco vías que ha encontrado el Consejo Asesor de Transición Nacional para poder hacer una consulta son estas:
1.- Que la consulta o referéndum la autorice y regule el Gobierno, no requiere cambios en la ley.
2.-Vía escocesa. Que el Gobierno ceda a Cataluña temporalmente las competencias para convocar un referéndum. Requeriría permiso del Congreso. Podría hacerse de manera completa, cediendo toda la autoridad a la Generalitat, o parcial, donde el Gobierno tutela el proceso.
3.-Cambio de la Constitución que autorice a las CC.AA a convocar referéndums.
4.-A través de la ley de Consultas catalana, ahora en vigor, y que está revisando el TC. Requeriría también autorización del Gobierno.
5.-A través de la nueva ley de Consultas que empieza ahora a elaborarse (a todo meter para superar la anterior). Establecerá que la Generalitat pueda convocar consultas, no vinculantes, al margen del Estado.
Analizadas por separado, cada punto choca o bien con la ley directamente o bien con el Gobierno de Rajoy. Esta es la «trampa» que supone cada uno de los puntos:
1.-El Gobierno no va a autorizar un referéndum de independencia, y menos de manera parcial, solo en Cataluña, sobre un asunto que afecta a la soberanía nacional de toda España. Chocaría de plano con la ley y la Constitución. El Ejecutivo ni se plantea la posibilidad de que pudiera convocarse un referéndum en toda España que fuera contra la línea de flotación de la Constitución.
2.-La llamada «vía escocesa» es otra ilusión nacionalista, que en toda caso requeriría el acuerdo con el Gobierno y la autorización de las Cortes. Es inviable desde su origen.
3.- Efectivamente, si se reforma la Constitución todo es posible. La cuestión es que hace falta consenso, y no lo hay. El Gobierno ya ha advertido de que no está en sus planes abrir el melón constitucional, cuando ni siquiera hay un acuerdo mínimo sobre lo que se quiere reformar. La reforma de la Carta Magna está, hoy por hoy, descartada por el Gobierno de la Nación.
4.-La ley de consultas catalana está pendiente de resolución del TC, ya que previsiblemente invade una competenci del Gobierno. Por una parte requiere la autorización del Ejecutivo, y por otra, a falta de sentencia definitiva del TC, choca directamente con el artículo 92 de la Constitución: «Las decisiones políticas de especial trascendencia podrán ser sometidas a referéndum consultivo de todos los ciudadanos. El referéndum será convocado por el Rey, mediante propuesta del Presidente del Gobierno, previamente autorizada por el Congreso de los Diputados.»
5.- La nueva ley de Consultas catalana va en la misma línea previsiblemente inconstitucional, ya que con la Constitución en la mano una Comunidad Autónoma no puede convocar una consulta nada menos que sobre su independencia, que afecta a toda España y a la soberanía nacional en su conjunto.
fuente: ABCE
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