domingo, 1 de septiembre de 2013

Cataluña: ¡Vivan las cadenas!

Cataluña: ¡Vivan las cadenas!
ALEJANDRO VARA (31-08-2013)


Una cadena humana de 400 kilómetros y 350.000 almas pretende unir Cataluña de Norte a Sur el próximo 11 de Septiembre, fecha de la Diada, Desde El Pertus hasta Alcanar. Pretende emular la "cadena báltica" que discurrió por Estonia, Letonia y Lituania antes de la caída del Muro. La Liga Norte de Umberto Bossi, defenestrado luego por corrupción, incurrió en tan épico recurso.

La cadena catalana, aún con problemas de reclutamiento de voluntarios, pretende ser la antesala a la celebración del referendum secesionista anunciado por Artur Mas, bajo la exigencia de ERC, la formación que ejerce al tiempo de socio putativo de Convergencia en el Govern y de líder de la oposición en el Parlamment. Surrealismo de tramontana. El año próximo, 300 aniversario de 1714, fecha adorada por los nacionalistas catalanes como origen de todas sus desgracias, habrá llegado la hora de la verdad, dicen los soberanistas. Artur Mas aún no ha puesto fecha ni enunciado a su plebiscito. Pero calienta motores. Los medios de comunicación oficiales y oficialistas en Cataluña, prácticamente la totalidad, están volcados en el empeño de convertir a su comunidad en la Lituania del Mediterráneo.

Mentiras y falsedades

La Generalitat bombardea afanosamente a una sociedad adormecida e hipnotizada, que ha picado ya clamorosamente en el cebo de "España ens roba", con eslóganes y consignas tan necias como falsas. Todo serán beneficios para la Cataluña independiente. El paro descendería diez puntos, la tasa de ocupación alcanzaría el 75 por ciento para los comprendidos entre 24 y 75 años. Nadie pone en duda la permanencia de Cataluña en la UE. La renta per cápita de los catalanes se sitruaría en el "top ten" europeo. Y así.

La realidad, por supuesto, es muy otra. Más de mil empresas catalanas han trasladado recientemente su sede a Madrid por razones fiscales. Cataluña ha dejado de percibir más de 8.000 millones de euros por ese éxodo empresarial fuera de su territorio. Nada de eso se habla. Nada de eso se informa. Nada de eso se dice.

Pero liberar a Cataluña de las garras del mito nacionalista, anclado en los episodios de 1714 resulta una misión imposible. Aunque necesaria. Después de teinta años de recalcitrante masaje cerebral del pujolismo, con el paréntesis de un Tripartito estremecedor, la mayoría de los catalanes han elegido aferrarse al mito de la "nación elegida" y de la "víctima inocente", como lo describe certeramente el historiador John H. Elliott en su obra Haciendo Historia y han desechado cualquier intento de diálogo con la verdad y a la razón. "Vivan las cadenas", como coreaban aquellos cerbnícalos que desenganchaban los caballos de la carroza de Fernando VII, el rey felón, y asumían felices el papel de bestias de tiro para desterrar el liberalismo de las Cortes de Cádiz y amorrarse al absolutismo reaccionario. Cuestión de cadenas.

Mientras el Govern destina 30 millones de euros en una partida excepcional para adquirir urnas y cabinas para su plebiscito, se ve obligado a prorrogar los presupuestos, con un recorte de 2.000 millones, al carecer de apoyos parlamentarios para aprobar unos nuevos. El desgobierno soberanista lleva a Cataluña a la ruina.

La verdadera Historia

Recordaba recientemente el catedrático Francesc de Carreras algo elemental, pero excepcional. Se utilizan los 300 años de "opresión española" para encubrir, tapar y disimular el desgobierno actual de Cataluña. Y lanza un reproche a los historiadores. ¿Por qué no explican que el 11 de Septiembre fue el final de una guerra de sucesión a la Corona de España provocada por el enfrentamiento entre grandes potencias europeas? ¿Por qué no explican que en dicha fecha no perdieron los catalanes libertad alguna sino únicamente los antiguos fueros estamentales? ¿Por qué no explican que el siglo XVII, gobernando los borbones, empezó la prosperidad económica de Cataluña, tras siglos de decadencia bajo el gobierno de la Casa de Austria? ¿Por qué no explican que la política proteccionista de los gobiernos españoles durante los siglos XIX y XX, incluído el franquismo y hasta el Plan de Estabilización de 1959, fue en beneficio de las empresas catalanas y en perjuicio de los consumidores del resto de España?

Cuando Sócrates es condenado a muerte, piensa, sintiéndose feliz, que en el otro mundo podrá seguir haciendo siempre preguntas y allá no podrá ser asesinado por ello. Hacer preguntas. En la Cataluña de CiU, quien hace ciertas preguntas sabe que todos los tontos se revolverán contra él. Es el problema de no comulgar con la mentira oficial, con el mito reverenciado. Porque el victimismo funciona. De ahí la cadena humana. De ahí el "vivan las cadenas". En catalán, por supuesto.

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