/ Jerez / LA CARTA DEL DIRECTOR
19/02 · 23:29 · Abraham Ceballos
Yo tenía 10 años cuando el Gobierno procedió a la expropiación de Rumasa. Por entonces no tenía ni idea de quién era José María Ruiz Mateos, ni que el símbolo de aquella abeja del panal que me llamaba la atención cuando pasaba junto al edificio del Banco de Jerez, o por el Hotel Las Palomas en Torremolinos, tenían algo que ver con ese mismo señor. Todo cambió el día del famoso puñetazo a Boyer. Aquella tarde, un compañero de clase llegó contando lo que había visto por televisión, y su popularidad se extendió entre nosotros como la de cualquier otro personaje de una serie de dibujos animados, acrecentada por sus posteriores estrafalarias apariciones públicas. Sin embargo, todas esas sensaciones se esfumaron de un plumazo un día en el que -creo que fue Diario 16- se publicó una entrevista realizada por Jesús Hermida al propio Ruiz Mateos. Recuerdo que me impactó no solo la forma en la que el reconocido periodista introducía al personaje -desde una perspectiva primordialmente humana-, sino la imagen que encabezaba aquel artículo, en la que el protagonista aparecía junto a una mesa plagada de retratos de todos sus hijos. Y si recurro ahora a ese momento es porque aquella entrevista me ayudó a aproximarme al personaje desde otra perspectiva, a intentar entenderlo, sin excentricidades, pero, sobre todo, para subrayar que creo que formo parte de esa misma generación de hijos de trabajadores de la antigua Rumasa -muchos de los cuales forman parte ahora de la Nueva Rumasa- que no están dispuestos a que vuelva a repetirse la misma situación que hace 28 años y que, desde internet, se han aliado en busca de apoyos por las redes sociales para hacer frente a la acribillada imagen de la empresa. Están en Facebook y se hacen llamar Todos con Nueva Rumasa. Un nombre que, por ahora, no puede abarcar su ambiciosa dimensión; entre otras cuestiones porque sus impulsores tienen enfrente el poder de la mayor parte de la prensa nacional, el del Gobierno y hasta el de parte de la oposición.
Hay, por supuesto, determinadas claves, algunas de ellas de corte político, que anticipan la crisis abierta definitivamente este pasado jueves. En este sentido, ni debe ser casual que el anuncio realizado por la familia Ruiz Mateos haya tenido lugar a escasos días de un nuevo aniversario de la expropiación de Rumasa -el 23 de febrero-, ni que numerosos medios de comunicación nacionales, ni altos representantes de la política, se hayan posicionado de manera tan abierta como contundente contra la política empresarial de Nueva Rumasa, frente al hecho manifiesto de que hay cuatro meses por delante para que los dueños del holding renegocien la deuda de 700 millones de euros con los 23 bancos acreedores para salir de la crisis; porque lejos de depositar su confianza, o albergar esperanzas, en las posibilidades financieras y de maniobra de la empresa, los mensajes van en la dirección opuesta, lo que también confiere una situación algo inaudita al momento presente. El tiempo, por supuesto, dará o quitará razones, pero a estas alturas resulta absurdo comprobar que los que hasta hace unas semanas le bailaban el agua a la familia Ruiz Mateos por sus apuestas empresariales y la creación de empleo, ahora sean los primeros en mirar hacia otro lado y hacerse los despistados, como si se tratase de una mera cuestión de números y credibilidad económica, cuando lo que hay en juego es un elevado porcentaje de puestos de trabajo, los ahorros de varios miles de inversores y acreedores, y la propia capacidad industrial de nuestro país. Como decíamos ayer en nuestro artículo editorial “no se trata de darles un cheque en blanco, porque deberán asumir sus errores y sus irregularidades si las hubiera, pero sí de ayudar a mantener de la mejor manera posible un entramado empresarial que es más que necesario en este país”. Y en este caso se echa en falta la rápida implicación de un Gobierno que, ante otros conflictos empresariales y laborales, como se ha visto en nuestra propia provincia, ha intervenido de inmediato en la búsqueda de soluciones y apoyos que, ahora mismo, parece no convertir en misión suya.
La lista electoral de Jerez, en tiempo de prórroga
El PSOE provincial culminó ayer el proceso de validación de las candidaturas con las que comparecerá el 22 de mayo. Bueno, en realidad, no lo hizo, ya que el capítulo de Jerez sigue abierto, relegado a la prórroga de un partido que se juega entre Cádiz y Jerez con la Ejecutiva Regional como árbitro. Aseguran que la lista final se parecerá más a la que quiere Pilar Sánchez que a la de González Cabaña, aunque lo que está claro es que no se presentará en Asamblea hasta que haya sido consensuada.
Del Gürtel a los fondos de reptiles
Si el PSOE quería ‘Gürtel’ en campaña, el PP le ha respondido con una de ‘fondo de reptiles’. Los populares tienen consigna de explotar al máximo el escándalo de los ERE en favor del desgaste de las filas socialistas a medida que se acercan los dos compromisos electorales más trascendentales para la historia reciente del PP en Andalucía. Ayer mismo, María José García-Pelayo encontró la forma de hacer coincidir dentro de una misma frase lo de “fondo de reptiles” con “Ayuntamiento de Jerez”. A ver con qué responde ahora el PSOE.
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