Portugal debe a la banca española 6.500 millones
Sólo el Santander tiene más de 4.800 millones en deuda lusa
Por su tamaño y su nivel de endeudamiento, el problema de Irlanda no es ni la mitad del que puede representar Portugal para sus socios europeos si finalmente termina siendo rescatado. Y lo cierto es que cada vez parece más probable que el plan de salvamento creado por el FMI y los países de la zona euro se lleve a cabo de manera conjunta para ambas economías, castigadas duramente por los inversores de deuda pública.
El impacto de un rescate a Portugal sería especialmente dañino para las instituciones financieras españolas que, por su proximidad geográfica, se han convertido en los últimos años en las principales acreedoras de la deuda pública lusa. Según los datos recopilados por el Fondo Monetario Internacional (FMI) a partir de los test de estrés a la banca europea, las entidades españolas tienen 6.500 millones en bonos portugueses, de los que un 74% están en el balance del Santander (4.864 millones de euros). A esta entidad le sigue BBVA, con deuda lusa por importe de 629 millones, y el Banco Popular, con 657. Otras seis entidades tienen en total 383 millones más prestados al Tesoro de Portugal (ver gráfico adjunto).
El documento enviado el pasado viernes por los cinco países líderes de la Unión Europea (entre los que se encuentra España) aclaraba que la deuda que actualmente está en circulación no está sujeta a una posible quita, tal y como propuso la semana pasada Alemania en un intento por que los inversores privados pagaran también parte del rescate a estos países.
Por tanto, con este último cambio de parecer entre los países europeos, la deuda emitida por Portugal que estas entidades tienen anotada en sus balances no tendrá que ser provisionada, como se llegó a pensar en un primer momento. Aún así, el peligro sigue siendo elevado, ya que un rescate no garantiza que la deuda ya emitida pueda ser recobrada en el momento de su vencimiento, tal y como se temen algunos inversores con el caso griego.
Al contrario que en Portugal, el riesgo contraído con Irlanda por los bancos y cajas españoles es insignificante, ya que apenas tienen 100 millones de euros invertidos en su deuda pública. La exposición a Grecia, por su parte, es de 800 millones de euros.
Aun así, estos son los datos facilitados por las entidades financieras, pero no significa que sea toda la exposición de España a los países periféricos. El propio Banco de España actúa como acreedor de otros países y también hay otras instituciones como aseguradoras o fondos de pensiones y de inversión con deuda lusa e irlandesa en sus balances, aunque la suma total no es pública.
Si además se tienen en cuenta los créditos concedidos en el país, los bancos y cajas españoles tienen casi 120.000 millones de riesgo crediticio en Portugal, según el Banco de Pagos Internacionales (BIS).
J. G. / Madrid
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