La Audiencia de Sevilla ordena que la juez Alaya deje de investigar el caso de las facturas falsas de UGT.
Todo apunta a que será el Juzgado de Instrucción número 9, el primero en incoar diligencias tras la primera denuncia por las facturas de UGT, el nuevo encargado de la investigación
EUROPA PRESS Sevilla 07/03/2014
La Audiencia Provincial de Sevilla ha dictado un auto en el que acuerda que la juez Mercedes Alaya deje de investigar las irregularidades descubiertas en la contabilidad de UGT-A, con el presunto desvío de subvenciones públicas para gastos ajenos al objeto de dichas ayudas y el falseamiento de facturas para justificar el gasto de tales subvenciones, ya que entiende que esta investigación no guarda relación alguna con el caso de los expedientes de regulación de empleo (ERE) fraudulentos.
Según ha adelantado la cadena Ser y han confirmado fuentes judiciales, la Sección Séptima de la Audiencia Provincial de Sevilla ha dictado un auto, notificado este jueves, en el que estima parcialmente un recurso presentado por la Fiscalía Anticorrupción y acuerda que la magistrada abandone esta investigación en torno únicamente a las facturas de UGT y que las distintas denuncias que le fueron llegando de Manos Limpias sobre este asunto sean remitidas al Decanato para su reparto entre otros juzgados.
De este modo, el Tribunal estima parcialmente un recurso en el que el Ministerio Público advertía de que, a fin de evitar posibles nulidades, la competencia para investigar las facturas de UGT no es de la juez Alaya, sino del juez "predeterminado por Ley", como es el juez que primero recibió la denuncia.
El pasado 12 de septiembre, conviene recordarlo, la juez Alaya incoó nuevas diligencias que declaró secretas derivadas de la denominada operación 'Heracles' desarrollada por la Guardia Civil y en la que se investigó el supuesto cobro de 'sobrecomisiones' por parte de las mediadoras que gestionaron las pólizas de prejubilación relacionadas con los ERE.
Instrucción número 9
Tras ello, el juez decano de Sevilla, Francisco Guerrero, decidió dar traslado en octubre a la juez de la primera denuncia presentada en agosto por el sindicato Manos Limpias contra UGT, que había recaído en el Juzgado de Instrucción número 9, que incluso llegó a incoar diligencias previas.
No obstante, el juez de Instrucción número 9 de Sevilla planteó una cuestión de competencia al juez decano, quien tras estudiar la situación decidió dar traslado de la denuncia a la juez Mercedes Alaya, quien "conoce de los mismos hechos por razones de investigación judicial con anterioridad" a Instrucción 9.
A la hora de remitir la denuncia a la magistrada Mercedes Alaya, el juez decano de Sevilla valoró que "el conocimiento previo de los hechos prima" sobre la fecha de incoación de las diligencias por parte de Instrucción 9, que es anterior a la fecha en que Alaya abrió las citadas diligencias declaradas secretas en septiembre.
Es decir, y según el criterio adoptado en su día, se entendía que la denuncia de Manos Limpias guardaba relación con las diligencias incoadas en septiembre por Alaya, por lo que la misma y las sucesivas denuncias fueron incorporadas a las diligencias secretas abiertas por la magistrada y que derivaban de la operación Heracles.
La Audiencia Nacional se inhibió en favor de Alaya
En resumen, la Audiencia ha decidido retirar a la juez Mercedes Alaya únicamente la investigación sobre las facturas falsas de UGT denunciadas por Manos Limpias; así, la magistrada sí se queda con la investigación sobre el sindicado que abrió en septiembre y que, a día de hoy, continúa bajo secreto de sumario.
Hay que recordar, en esta línea, que el juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz decidió remitir el pasado mes de diciembre a Alaya la investigación sobre la participación del secretario general de UGT Cándido Méndez y el tesorero Antonio Retamino en la presunta financiación del sindicato a través de fondos destinados a la formación.
LEER MAS: publico.es
No hay comentarios:
Publicar un comentario